Nos vamos a Japón
domingo, 10 de octubre de 2010
Ya estamos aquí
Lo primero es dar las gracias al padre de boron y a su mujer por llevarnos a casa y felicitarles por la boda que con el cansancio se nos pasó. Y muchas gracias también a los padres de samu por esa maravillosa tortilla, que bien me sentó anoche.
Sólo he dormido 5 horas pero ya iré acostumbrandome al horario español.
Del viaje poco os puedo contar, que me vi 5 películas, dos con doblaje latino que me hacía sangrar los oídos.
Ya en el vuelo de roma me quedé dormido.
Y que todos los regalos que le he hecho a Paz le han encantado, boron fallaste, ni se acordó de la crema que me pidió.
Ahora que caigo no hemos subido nada sobre nuestro día en akihabara. Ahora me pongo. Saludos a todos y gracias por seguirnos.
jueves, 7 de octubre de 2010
Por el desfiladero de Shosenkyo
La ruta de hoy era subir un desfiladero en el parque natural de Shosenkyo, hemos pillado un bus que nos dejaba a mitad de la ruta, pensabamos que seria algo tranquilito, pero como siempre, Japon engaña, era un camino asfaltado que discurria por dicho desfiladero pero con tiendas cada 200 metros como mucho, amos, una ruta turistica a saco, eso si, no faltaba de nada, tiendas de piedrecitas, comida y hasta un funicular, total que la ruta en si, nos la hemos ventilado en menos de una hora parandonos a ver como Beren y Usul hacian fotos.
Al final hemos acabado en el funicular subiendo a unos 925 metros de altura, a ver si de una vez se veia el dichoso monte Fuji, pero no, fotos tienen, pero yo creo que son inventadas o la tienen de el unico dia en la historia que se ha podido ver el monte, porque es que no hay manera. Al final hemos dado un par de vueltas por la cima, disfrutando de unas vistas espectaculares, porque aqui otra cosa no, pero bosques.
De vuelta otra vez con los autobuses sorpresa, porque aqui no sabes lo que pagas hasta que te bajas, asi que cada vez que cambiaba el panel con los precios todos recontando la pasta, que por cierto, ni lo controlan, echas el dinero con el billete en un agujero y se acabo, aqui todo es buena fe.
Y poco mas, ya estamos en el hotel reorganizando cosas, que mañana toca Akihabara y el tokyo dome (montaña rusa incluida) y como no, despedida en el bareto Jevy, el avion sale el sabado a la 1, a ver lo que nos dura la fiesta.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Fracaso total.... o casi
Last Order 2
El plan era ir a Nikko, el de las cámaras no, el que tiene templos y esas cosas que tanto les gusta a está gente.
Reservamos un tren bala que salía en 5 minutos y a el nos fuimos corriendo. Son bastante cómodos para moverse, se reservan en el momento sin problemas y salen cada poco.
Nikko digamos que sería algo así como el cercedilla de Tokio, según sales de la estación se nota más fresco que en la ciudad, y el camino va subiendo por las colinas. De camino a la zona de los templos vimos, entre otras cosas, una cafetería gótica, cosa que parece raro en un pueblecito así, supongo que por eso era carísimo, no irá nadie.
Cuando llegamos al puente característico de Nikko nos decepcionó que no se parece al de las fotos, se le ve más pequeño, con menos color y encima había que pagar para pasar (o por lo menos tenía una taquilla a la entrada con precios, que como a estos ler da por escribir raro no hay quién entienda nada). Aún así, unas cuantas fotos le cayeron, tanto a la ida como a la vuelta, con otra luz.
La zona en sí es muy chula, muy verde como todo japon donde no hay edificios, con sus templos coloridos y llenos de detalles. Eso sí, el templo principal estaba en obras, construyendo un edificio a su alrededor.. no queda muy claro para que. Por dentro se podía ver, pagando 1200 yens, por lo que ahí se puedo, en vez de ver eso vimos un jardincito que estaba en frente y era bastante más barato, tampoco era nada del otro mundo pero al menos ahorramos dinero. Nos impregnamos bien del humo de un quemador que había con incienso, lo típico es restregarse con las cenizas para que los dioses bendigan lo que se frota, pero eso es un poco sucio.
Encontramos una tienda turística, donde comprar chuminadas y regalos varios y al lado un templo o zona de templos a la que había que pagar por entrar, así que nos quedamos haciendo fotos en la entrada, muy decorada y guardada por dos demonios a cada lado.
En teoría al paraje está lleno de monos con los que hay que tener cuidado de que no te roben la comida o gorros, pero los únicos monos que vimos fuimos los 5 que íbamos y ya guardamos cuidado de nosotros.
Para comer volvimos al pueblo, buscando algún restaurante no muy caro. Debía ser poco antes de las 4 pedimos cada uno un plato menos Sonia que se espero para pedir después de ver como era el pescado que había pedido Boron, inventamos explicárselo y la señora que nos atendió, pero no se debió enterar, por que después de poner los platos no nos dejó pedir nada más por que la cocina estaba cerrada. Tampoco se entero de mi plato, que no lo puso, por lo que nos dejó sin comer a los dos... que maja la bruja... de camino al tren por lo menos pude comerme unas bolas de pasta de arroz con carne y Sonia un sanwich que llevaba, por no estar desfallecidos toda la tarde.